El metaverso es un «mundo digital» al que se accede mediante algunos dispositivos, en donde se ve la realidad que se pretende (por ejemplo, una oficina, el comedor de una casa, una playa, etc.).
Esto, que parece ciencia ficción para algunos, ya se está adoptando en el mundo laboral. Es un paso más allá de la virtualidad que incorporó la gran mayoría de las compañías a partir de la pandemia.
“Estos puntos suenan (y son) muy interesantes”, dice en su columna de opinión para El Economista Melina Sánchez. Aunque agregó: “Sin embargo, existen otros factores importantes que hay que considerar desde el punto de vista legal”.
“Por un lado, desde el ámbito profesional, puede existir una videovigilancia excesiva ya que se puede acceder a todo lo que haga el trabajador y eso estaría violando el derecho a la intimidad que consagra la Constitución”, sostuvo.
La analista Sr. de Legales de Expansion Business también narró sobre uno de los primeros acercamientos de la ley a este nuevo universo tuvo lugar en Nueva York, cuando la Justicia falló a favor de la compañía MetaBirkin.
Para Sánchez, “no todo es malo en este ambiente: tanto el metaverso como el teletrabajo nos ofrecen la comodidad como uno de los principales beneficios para los trabajadores y para la sociedad en general”.
Sin embargo, concluyó que “no caben dudas que la legislación tiene que acompañar estos grandes avances tecnológicos para evitar los abusos y el correcto uso de las nuevas herramientas”.
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