Durante años, en la Argentina, las empresas operaron con una lógica de supervivencia. En un entorno inflacionario, con cepo cambiario y normas inestables, aprender a surfear el caos fue casi una condición para mantenerse de pie.
De esa escuela surgieron prácticas que se repitieron hasta automatizarse: anticipar compras, retrasar pagos, endeudarse en pesos, dejar que el tiempo haga su trabajo. Pero ese manual ya no sirve. Lo que antes protegía, hoy expone.
Al menos así lo manifestó en su columna para El Cronista Iván Sasovsky, socio fundador y CEO de Expansion Holding, en la que afirmó que “este no es un momento para improvisar”.
Por el contrario, plantea que es tiempo de “controlar daños, redefinir estrategias y anticiparse al nuevo ciclo”. Al respecto, sostuvo que hay que “corregir prácticas heredadas del viejo paradigma” y que hay que hacerlo “antes de cerrar el ejercicio”.
Y concluyó: “El mensaje es claro: el entorno cambió, y seguir actuando con reflejos viejos puede salir carísimo. Las empresas que no se adapten corren el riesgo de operar en desventaja”.
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