El Gobierno busca por todos los medios reforzar las reservas del Banco Central y mostrar acción ante el FMI para lograr cerrar el acuerdo con el organismo internacional.
En este escenario, luego de que se oficializara el paquete de medidas oficial, la AFIP estableció el mecanismo que deberá utilizarse para realizar el cobro del Impuesto PAIS a las actividades que quedaron alcanzadas con el último decreto.
Consultado por La Nación sobre el impacto que podrá tener, Diego Fraga, socio y CEO de Expansión Business, señaló que ya se está viendo un traslado a precios del costo impositivo.
“Pareciera ser que esta batería de medidas es el último recurso que ha encontrado el Gobierno para encarecer las importaciones sin devaluar formalmente el dólar oficial”, sostuvo.
Además, añadió: “El miedo -lógico- es que una devaluación propiamente dicha, sin un plan económico sólido ni una contundente reducción del gasto, generaría una espiral en los precios que terminaría en una hiperinflación”.
Pese a que el Gobierno busca no realizar una devaluación de manera directa, para Fraga “ya se está viendo que esta ‘devaluación fiscal’ está teniendo como consecuencia un traslado a precios del costo impositivo”.
Y concluyó: “Por otra parte, todo adelanto o anticipo impositivo en épocas de alta inflación implica una sustracción de recursos del sector privado que tiene el efecto práctico de un impuesto sin ley”.
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