Las acciones de los bancos regionales de los Estados Unidos volvieron a marcar la agenda. El camino señalado por la compra del First Republic por parte de JP Morgan parece que no fue el elegido para calmar las aguas, ya que los papeles se desplomaron casi de inmediato.
Si bien la solvencia de estas entidades no depende de sus acciones, lo cierto es que la caída sufrida en la bolsa termina evidenciando la desconfianza de las personas. La distancia entre esa percepción y retirar los fondos es corta. Y ahí sí habría mayores problemas.
El sendero que se bifurca es el del tope de deuda que negocia Joe Biden en estos días. Los inversores -también atentos a esta negociación- hicieron su apuesta por un incremento en el techo. Tarde, a los apurones, pero con un aumento al final.
Es que saben a la perfección que una negativa del Congreso llevaría a los Estados Unidos a un default. Y estamos todos de acuerdo en que, si eso sucediera, no le conviene absolutamente a nadie.
Mientras, en el país del norte hay buenas noticias en cuanto a la inflación. Los números difundidos muestran un 4,9% anual en el IPC de abril, lo que significa la décima caída consecutiva del indicador mensual.
Este valor es, precisamente, una de las variables que ayudaría a encaminar la negociación del presidente estadounidense con el Parlamento y le permitiría conseguir el aval para subir el piso de la deuda.
En el sentido contrario camina Zimbabwe. La suba de precios por la desconfianza en la moneda oficial es tan grande que el país apostó por combatir la inflación con una criptodivisa asociada al oro.
En efecto, el Gobierno puso en marcha el nuevo activo digital con el que se podrá abonar productos y servicios por medio de un token digital dorado mediante una tarjeta e-gold o ahorrar con un e-value dorado.
En cambio, el Banco de Inglaterra busca trazar el mismo camino que su par estadounidense para poner fin al incremento en el indicador de precios. Esta semana, por caso, subió los tipos de interés hasta dejarlos en 4,5 por ciento.
Los informes oficiales preocupan al Gobierno del Reino Unido, que observa cómo el índice no puede descender del 10% anual y se aleja de la ilusión que tuvo Rishi Sunak de reducir el valor a la mitad durante este año.
Algo parecido sucede con la inflación en la Argentina. El índice de abril -según estimaciones privadas que ubican el IPC en un valor que oscila entre el 7,5 y el 8 por ciento- está camino a triplicar el de Venezuela.
Luego del 2,5% informado por el Observatorio Venezolano de Finanzas esta semana, el indicador argentino quedaría -una vez más- en el primer lugar del ranking inflacionario de América latina.
En este escenario, la consultora Moody’s advirtió que la Argentina está altamente expuesta a riesgos de gobernabilidad, al afirmar en un informe que “la inestabilidad económica afecta su calidad crediticia soberana, bancaria y corporativa”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (Amcham, por su sigla en inglés), Facundo Gómez Minujin, hizo su diagnóstico: el país está “navegando en un banco de niebla”.
No obstante, aunque advirtió que “está al borde de una nueva crisis”, el también CEO de JP Morgan afirmó: “No hay que desaprovechar la gran oportunidad que se nos presenta al momento de elegir a nuestros representantes y el sector privado es parte de la solución”.
Los impuestos, asfixiantes en muchos casos, son los que bloquean el camino de los inversores. Lo saben en China, que aún con números en rojo en las cuentas públicas, no terminaron de convencerse sobre la implementación de un impuesto a las propiedades.
Pero también son los gravámenes los que pueden abrir una vía hacia la solución de algunos problemas. En Uruguay, por caso, se decidió aplicar beneficios tributarios entre los comercios cercanos a la frontera con la Argentina.
Gracias a estas ventajas fiscales, los uruguayos podrán ponerle fin a las compras que hacían en el país vecino, que cruzaban la frontera aprovechando la diferencia de cambio y perjudicando la producción local.
Pero si de ir más allá se trata, la nota la dio la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien presentó un proyecto para proteger a los contribuyentes de los excesos de la Agencia Tributaria.
Al momento del anuncio, aseguró que “el ciudadano se siente muchas veces en inferioridad de condiciones” y concluyó: “Creemos que Hacienda debe estar al servicio de la gente, y no a la inversa”.
Esta semana se dio a conocer la noticia sobre un hallazgo arqueológico relacionado con los caminos: en las profundidades de las aguas que bañan la costa de Croacia apareció uno sumergido que tendría unos 7.000 años de antigüedad.
El lugar del hallazgo está ubicado a unos 5 kilómetros de un sitio arqueológico sumergido conocido como Soline, que perteneció a una cultura marítima extinta llamada Hvar que habitó Europa en el período Neolítico.
Todo está atravesado -desde tiempos inmemoriales- por senderos, vías, trayectos. Lo importante, al menos en materia económica, es encontrar a tiempo el correcto. De lo contrario, en vez de hablar de presente o futuro, hablaremos de pasado.