El jueves 2 de marzo el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, brindó un discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea General del Parlamento. Uno de los anuncios fue el de la rebaja del Impuesto a las Rentas de Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social (IASS).
El Consejo Fiscal Asesor (CFA)del Ministerio de Economía y Finanzas advirtió sobre los “riesgos” que podría implicar la medida en términos de consolidación fiscal. Federico Otegui, tributarista y socio de Expansion Uruguay, habló del tema con Ámbito.com
“Siempre es una buena noticia una rebaja tributaria. Sin embargo, cualquiera de carácter permanente, debe tener como contrapartida un crecimiento potencial que tenga una cierta estabilidad. Tenemos que estar seguros de que se recibirán ingresos por otro lado, porque sino se afectan las cuentas fiscales.”
Si bien Otegui aclaró que es difícil dar una opinión porque aún no se conocen las condiciones de la rebaja, indicó que “la sugerencia del CFA resulta prudente y compartible”.
Según el Consejo Fiscal Asesor, no se vaticina un crecimiento potencial estructural que permita tomar una medida de esta índole con total tranquilidad. El márgen que debe existir para una rebaja de este tipo es objeto de discusión.
Otegui señaló que una manera de delimitarlo podría ser en función de lo indicado por las calificadoras de riesgo internacionales como Moody ‘s, Fitch o DBRS, entre otras.
“Esta última ha planteado en recientes informes que un déficit fiscal de 2,1% del PIB debería ser suficiente para estabilizar los ratios de deuda, y Uruguay no está tan lejos de eso”, concluyó el tributarista.
Leé la nota completa acá.