La situación económica actual de la Argentina es verdaderamente compleja. Un repaso por las principales variables alcanza para llegar a la conclusión que no hay un rumbo definido y que es necesario realizar modificaciones estructurales de manera urgente.
Al menos así lo manifestó Matías Peláez en una columna publicada en El Cronista donde aseguró que “las próximas elecciones pueden ser una oportunidad para que el próximo presidente pueda comenzar a transitar un camino de cambios”.
Claro que, según explicó el analista Ssr. de Finanzas de Expansion Holding, para dar los pasos correctos y no volver a cometer los errores del pasado, “es necesario un buen diagnóstico”.
Si bien son muchas los focos de incendio que deberá apagar quien se siente en el Sillón de Rivadavia en diciembre próximo, hay uno que tiene un peso muy importante, dado que condicionará mucho las decisiones: la deuda.
Existen distintos instrumentos, orígenes y acreedores, pero Peláez sostuvo que “hay al menos 2 que deben mirarse al detalle, ya que por su urgencia y su influencia pueden ser determinantes para el presente y futuro del país”.
Ellos son: las LELIQ, por un lado, y la deuda en dólares (que son las que tiene la Argentina tanto con los organismos de crédito internacional como con los acreedores privados), por el otro.
En el artículo, Peláez hace un análisis profundo de estas dos variables y llega a una conclusión rotunda: es necesario que el próximo presidente tome decisiones concretas para evitar que las dos bombas exploten.
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