Es común escuchar polémicas respecto al derecho de imagen. Basta con ojear alguna revista o escuchar algún programa de chimentos para enterarse de los reclamos que los famosos llevan adelante contra diferentes medios de comunicación.
Sin embargo, es muy probable que muchos de los consumidores de estas noticias no sepan con exactitud qué implica su vulneración. Al menos así lo explicó Melina Sánchez, analista senior de Expansion Business, en su columna para El Economista.
A través de un repaso sobre la normativa vigente, un análisis sobre la delgada línea que existe entre la noticia y el derecho y el poder de la Justicia a la hora de tomar decisiones, llega a la conclusión sobre la importancia de proteger la imagen personal.
“Más allá del resarcimiento económico que pudiere tener, en la mayoría de los casos resultan insuficientes para el daño que genera en el entorno tanto familiar, profesional o personal y que la ética periodística resulta insuficiente y mermada por los resultados económicos que devienen de esos actos”, afirmó.
Y concluyó: “De lo contrario, la protección de la imagen personal podría entrar en zona de riesgo y ese derecho -que debería cuidarse como cualquier otro- estaría en peligro. Y eso es algo que no debería ocurrir”.
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