El Gobierno quiere aprovechar el envión que generó la noticia de la firma del acuerdo de intercambio de información con los Estados Unidos para impulsar un nuevo blanqueo de capitales.
No obstante, la propuesta cuenta con más escepticismo que aprobación. Uno de ellos fue Diego Fraga, quien destacó que, más allá de cualquier punto atractivo que pueda contener el proyecto, este tipo de decisiones requieren un tiempo de maduración.
“A quienes adhirieron al sinceramiento fiscal del anterior gobierno esta gestión buscó castigarlos por todos los medios, rompiendo cualquier atisbo de seguridad jurídica tributaria”, explicó a La Nación.
Y añadió: “Los aumentos impositivos (abruptos, sin permitir ningún tipo de planificación por parte de empresas e individuos) han generado un éxodo fiscal sin precedentes en el país, tanto de empresas como de individuos de altos patrimonios y profesionales muy calificados”.
Según explicó el socio y CEO de Expansion Business, por más esfuerzos que el actual gobierno ponga en que se exterioricen activos ocultos, eso no va a ocurrir, ante la inmensa desconfianza que se ha generado durante toda su gestión.
“Se requiere un nuevo gobierno que encare verdaderas reformas estructurales en lo económico y en lo institucional, aunque aun así va a costar muchísimo recrear la confianza”, subrayó.
Y concluyó: “Además, resulta difícil que este gobierno pueda lograr apoyo parlamentario para aprobar un nuevo blanqueo, ya que le restaría una valiosa herramienta recaudatoria para la futura gestión”.
Leé el artículo completo, acá.