Posiblemente muchos crean que exagero si afirmo que el Gobierno puede incrementar considerablemente la base monetaria en dólares sin emitir un solo peso. Pero, aunque cueste creerlo, es lo que va a suceder cuando cierre la etapa 1 del blanqueo.
Es que, en esta primera parte del régimen, está habilitada la posibilidad de exteriorizar el dinero en efectivo. O sea, aquellos dólares que se encuentran fuera del sistema bancario y que nunca fueron declarados ante el fisco nacional.
El mecanismo es bastante simple: quien quiera blanquear el dinero lo debe depositar en una cuenta especial de regularización de activos o CERA (que se abre de manera bastante fácil en cualquier banco).
Al menos así lo explica Iván Sasovsky, socio y CEO de Expansion Holding, en su columna para El Economista en la que realiza un repaso por las operaciones que permiten evitar el pago del impuesto especial.
“El espectro de posibilidades empezó con la posibilidad de invertir en distintos activos financieros (bonos, obligaciones negociables, títulos públicos, entre otros). Así, se podía obtener una ganancia mientras se espera la fecha de retiro sin impuestos”, precisó.
Añadió que también “se puede utilizar el dinero blanqueado en efectivo también para financiar un emprendimiento inmobiliario o para adquirir un vehículo 0km o una máquina para producir”.
Y, para concluir, especificó que “hasta se pueden pagar honorarios o servicios que se hayan ofrecido (por ejemplo, al asesor impositivo al que consultó para saber cómo exteriorizar los dólares que tenía fuera del sistema)”.
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