En septiembre la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) comenzará a recibir información fiscal de su par norteamericano gracias al acuerdo firmado entre las dos naciones.
En este escenario, la periodista María Victoria Lippo indagó sobre el impacto que podrá tener este factor a la hora de decidir sobre adherir al blanqueo de capitales vigente y consultó a Diego Fraga.
El socio de Expansion Business advirtió a El Cronista que “el comienzo del intercambio automático de información con los Estados Unidos genera un temor relativo”, ya que no incluye varios supuestos.
Por ejemplo, explicó que “si la renta que generan las cuentas no es de fuente americana, si son rentas de capital o si los intereses percibidos son inferiores a u$s10 anuales” no operará el acuerdo.
Lo mismo sucederá, según Fraga, “si las rentas no se encuentran en cabeza de una persona física, sino de una sociedad (por ejemplo, una LLC) o estructura (por ejemplo, un trust) norteamericana o fuera de los Estados Unidos”.
En referencia al blanqueo, sostuvo que es muy conveniente adherir para los que tengan consumos anteriores al 31 de diciembre de 2023 que no puedan justificar, pues el ‘tapón fiscal’ protege a quienes blanqueen de la AFIP por los bienes que hubiesen tenido anteriormente y que se los hubiesen consumido”.
Más allá de eso, aseguró que “es una decisión muy personal la de adherir o no. Muchos considerarán que el Estado argentino no es confiable (y existen sobradas pruebas de esto) y, por lo tanto, decidirán no ingresar”.
No obstante, para concluir, añadió que “otros, lo verán como una oportunidad para poder disponer sin riesgos ni restricciones de su patrimonio y con un costo bajísimo o gratis”.
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