Con el claro objetivo de apuntalar la recaudación impositiva, la AFIP estableció un anticipo extraordinario en el Impuesto a las Ganancias para aquellas compañías que obtuvieron una rentabilidad superior a los $600 millones.
Conocida la novedad, el periodista Martín Kanenguiser analizó la resolución general y consultó a Diego Fraga, socio y CEO de Expansion Business, sobre la medida para conocer su visión.
Fraga expresó que “no sorprende la insistente voracidad fiscal de este gobierno, pero no deja de ser escandalosa, a tal punto de repetir una medida que ya fue extensamente cuestionada y hasta suspendida en algunos casos por la Justicia”.
“Este nuevo anticipo extraordinario, que se justifica en la presunta obtención de ganancias extraordinarias y en que sólo aplicaría a un 1% de las empresas (incomprobable), es un nuevo delirio tributario que alcanza a muchas PyME, aunque el gobierno se refiera a empresas de gran porte”, agregó.
También sostuvo que “es una falacia que el crecimiento o progreso de algunas empresas se deba a la implementación de diversas políticas públicas destinadas a consolidar la recuperación económica”.
Por el contrario, manifestó que “el crecimiento es por la capacidad de las propias compañías y muy a pesar de las políticas de este Gobierno. Por lo tanto, ya desde los fundamentos, la medida es una completa estafa”.
“En épocas de inflación del 115%, este tipo de anticipos constituyen un verdadero saqueo, pues al dilatarse las posibilidades de aplicación o recupero de esos saldos, terminan perdiendo su valor”.
“No hay emergencia que justifique tanto saqueo impúdico, mientras que todos los días, al leer el Boletín Oficial vemos cómo se compromete a un futuro gobierno con gastos innecesarios, como por ejemplo el festival de designaciones en la plantilla del Estado”, concluyó.
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