El blanqueo de capitales avanza a toda marcha. Con la prórroga oficializada el lunes, incluso, el Gobierno espera incrementar el monto de dinero en efectivo que se exteriorice.
Sin embargo, el buen resultado que muestra este activo contrasta con otro: las criptomonedas. Es que si bien la norma habilita a regularizarlas, existen muchas trabas para hacerlo.
En este escenario, la periodista de La Nación Melisa Reinhold indagó sobre este aspecto y, para ello, consultó con Diego Fraga, socio de Expansion Business, quien criticó los excesos de la “letra chica”.
“Es muy confusa la reglamentación y no da seguridad. Te piden justificación de ingresos, una locura para un blanqueo. Los escribanos no están en tema, pero se exige una certificación”, indicó.
Asimismo, agregó: “Por eso no creo que los que tienen el dinero en exchanges de afuera o cold wallets (sin conexión a internet) blanqueen y manden a una PSAV, es muy difícil demostrar el costo, sobre todo si tuviste muchas operaciones”.
Por otra parte, explicó que existen operaciones en particular que se ven más complicadas, como el sistema P2P o pear to pear, que es una compra pactada entre personas.
Por ese motivo, sostuvo que “se tendría que haber hecho un blanqueo cripto como si fuese efectivo, porque se piden un montón de cosas técnicas que no tienen que ver con la identificación”.
Y, para cerrar su opinión sobre el tema, concluyó que “no es normal que en un blanqueo te pidan todas estas justificaciones, la idea es permitir que entre un montón de gente”.
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